martes, 22 de marzo de 2011

Time, la historia ilustrada de la revista más influyente del mundo

Fotografía: Álvaro Tercero
El pasado 9 de febrero de 2011 tuvo lugar la Jornada de Divulgación Time, la historia ilustrada de la revista más influyente del mundo en el Campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos. En ella se hizo un repaso sobre la historia de la revista, hablando también de los cambios que se han introducido en ella, y sobre el papel que actualmente tiene su versión digital.

El éxito de la revista Time reside en la novedad en la organización de las noticias. Por ejemplo, cuando Churchill había perdido las elecciones, se publicó un texto breve cuando se debía haber descrito la imagen. Los artículos se caracterizaban por añadir tensión en su parte inicial, creando suspense y describiendo al máximo a los personajes para que los lectores pudieran entender quiénes eran. Así se convirtió en la primera revista en describir a sus personajes. En el caso de Roosevelt hubo una polémica porque su descripción recogió su invalidez. Para resolver el dilema moral, se hizo una encuesta entre los lectores en la que el resultado determinó que se debían seguir publicando. La participación ciudadana tuvo de este modo poder para determinar cómo sería la revista desde ese momento.

Pero si algo caracteriza a Time es su marco rojo, el puesto del hombre del año y sus ilustraciones. Ya en 1926 había comenzado a experimentar con franjas laterales de colores. Ese marco indicaba advertencia, importancia, por lo que focalizaba la atención sobre el protagonista. Se siguió experimentando con tramas, pero siempre rojas.

El hombre del año nace para tapar un error periodístico. Años después, se advirtió el éxito de este puesto en que la gente apostaba sobre quién sería el siguiente. En 1938 nombraron como hombre del año a Hitler, con una fotografía en tono triunfante. Como resultado, 5.000 lectores renunciaron a su suscripción. En 1939, un Stalin con cara malévola ocupó ese lugar por su pacto de no agresión con Hitler. Tres años después, tras aliarse con Estados Unidos, vuelve a aparecer en la publicación, pero con un rostro más favorecedor. Por esto, en 2001 se creía que el hombre del año sería Osama Bin Laden, pero finalmente se decidió que nunca más sería una persona contraria al bienestar social.

La elección de la portada tiene gran importancia, llegando incluso a la National Gallery. Las primeras fueron a carboncillo. Sus autores son los que más prestigio adquirieron con el paso de los años, llegando a pasar por la primera página los trabajos de numerosos artistas.

Time también inventó el periodismo de grupo. Cada vez que se escribía algo se hacía intentando que todo pareciese haber sido escrito por la misma persona.

Entre los cambios que se incorporaron después destaca la incorporación del Round-Around que aprovechaba el borde de las fotografías, varias secciones nuevas y un logo ligeramente diferente.

El tratamiento de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 encapsularon un hecho periodístico, sin hacer un análisis. Así se centraron solamente en los informes humanos, dejando de un lado el tema político. El texto contaba cronológicamente lo que había sucedido en los distintos lugares de la tragedia. Un año después se hizo una edición más fría en la que se mostraba el ayer y el hoy en las mismas zonas. Once personas contaban cómo fue su vida desde entonces.

Entre 2006 y 2007 se han introducido nuevamente cambios que han dado lugar a una nueva revista Time. Se ha modificado el contenido, el diseño y, sobre todo, la web. Ahora hay más temas que ocupan la portada, y menos personajes. Las fotografías tienen un mayor impacto visual. Los columnistas y los escritores cuentan con un espacio mayor. El día de salida ha pasado del domingo al viernes. Ellos mismos aseguran que han dejado de ser el espejo de la noticia para ser la luz que los ilumina. El nuevo diseño cuenta con una tipografía muy grande, de guerra. La portada de cada sección ahora está en una página impar.

En la revista se imita la pantalla de un ordenador, con el objetivo de que los lectores reconozcan al columnista como una marca. Por su parte, la página web de Time se convierte en complemento de la edición impresa, combinando el entretenimiento con la información. La publicidad que se ve en ella también es diferente ahora. La principal diferencia entre la web y el papel es que en la primera se centran en responder al qué, quién y cuándo, mientras que en la segunda analizan más en profundidad. Además, la digitalización ha llegado también a las portadas de la revista con la llegada de herramientas como Photoshop. Las modificaciones eran al principio hechas para resaltar matices informativos, pero después pasaron a fomentar la invención, buscando que fuese el lector el que obtuviese una nueva idea.

Por desgracia, en esta Jornada se centraron más en su edición impresa, pero apenas hablaron de cómo el periodismo multimedia era tratado desde una publicación con tanto prestigio. Aunque aseguran que la web se está alejando de la edición impresa, cabe preguntarse si fomentarán los nuevos recursos de los que disponen, como hicieron en su día mediante la encuesta anteriormente descrita. Por eso, la renovación debe ir más encaminada a la web, que debe estar a la altura de la firma a la que representa, antiguamente símbolo de modernidad e innovación.

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