Internet y la movilización ciudadana

Los movimientos de movilización ciudadana han encontrado en Internet la manera de difundir información para intentar alcanzar determinados fines. Algunos de ellos han conseguido verdaderos progresos, repercutiendo en el desarrollo de eventos, y llegando a tener presencia en los medios tradicionales.

En muchas ciudades del mundo existe un movimiento curioso llamado Masa Crítica, que no sería posible sin Internet. En él, se acuerda que un determinado día haya una presencia masiva de bicicletas en las vías de circulación. Como los ciclistas están obligados a desplazarse por el mismo sitio que los coches, se colapsan las calles con el tráfico, llegando incluso a superar en número a los vehículos motorizados. Al no haber ninguna organización que directamente dirija esto, la manifestación queda camuflada como una concentración casual. Así, la utilización de una tecnología como Internet hace posible que sea legal esta concentración sin necesidad de obtener un permiso especial.

Adhesivo que se puede encontrar en la Masa Crítica de Madrid.

En Madrid, la Masa Crítica recibe el nombre de Bici Crítica, o de Criticona. El último jueves de cada mes, sobre las 20:30 horas, centenares de ciclistas aparecen casualmente en la Plaza de Cibeles, uniéndose para dar un paseo por las calles sin coches. La reivindicación que subyace es la de que el Ayuntamiento fomente la utilización de este vehículo con medidas como la creación de vías ciclistas que no invadan las aceras, o simplemente la educación a los conductores, que en esta capital se caracterizan por su intolerancia.

En este vídeo, grabado desde dentro de la Bici Crítica a su inicio, se puede apreciar la magnitud que tuvo esta movilización el 27 de agosto de 2009, pese a la ausencia de una convocatoria oficial, sino solamente a través de un mero acuerdo establecido mediante Internet.

Del mismo modo, otro movimiento social como Anonymous es posible sin que exista personalización en un individuo. Quien no esté de acuerdo con una de las propuestas, simplemente deja de participar, por lo que esto no supone ninguna disgregación. En cambio, Wikileaks sí está asociado a personas concretas, entre las que destaca Julian Assange. Con ello se ha conseguido una mayor visibilidad, a través de los medios tradicionales, pero también ha creado una dependencia de los mismos que posiblemente imposibilite que el movimiento tenga una mayor repercusión.